Trump arremete contra sus adversarios al indultar dos pavos por Acción de Gracias
Donald Trump convirtió el martes un sencillo ritual de Washington en una provocación política al indultar a dos pavos en la ceremonia anual de Acción de Gracias en la Casa Blanca.
Desde la época de Abraham Lincoln, los presidentes estadounidenses han evitado que pavos afortunados se conviertan en el plato estrella del Día de Acción de Gracias, aunque la ceremonia no se volvió una tradición anual hasta que John F. Kennedy la oficializó en 1963.
Los emplumados de este año, Waddle y Gobble de Carolina del Norte, estaban destinados a ser los protagonistas de un momento festivo y bipartidista.
Pero Trump aprovechó la ocasión para arremeter contra sus adversarios demócratas e incluso revivió una teoría conspirativa sobre el proceso de indultos de su antecesor Joe Biden.
Waddle estuvo ausente por razones que no quedaron claras de inmediato, pero Gobble apareció, y dio la impresión de estar agradecido de no ir al horno junto con otros muchos objetivos de Trump.
El presidente lanzó sus dardos contra Chicago, al insistir una vez más que podría acabar con la delincuencia en la tercera ciudad más grande de Estados Unidos si tan solo el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker —a quien tildó de "gordo y vago"— le permitiera enviar tropas federales. También aseguró que el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, tenía un "coeficiente intelectual bajo".
Después le llegó el turno a Biden, a quien se refirió con el apodo de "Joe el Dormilón".
"Usó una máquina para firmar y otorgar el indulto a los pavos el año pasado", afirmó, y dijo que esto invalidó todo el proceso.
Trump asegura a menudo que Biden, a quien considera senil, era incapaz de gobernar y que su entorno habría recurrido a una máquina para imitar su firma.
En la galería que rodea el jardín de rosas de la Casa Blanca, donde tuvo lugar la ceremonia del martes, Trump hizo colgar una galería de retratos de los presidentes estadounidenses en marcos dorados. El de Biden fue reemplazado por una fotografía en blanco y negro de una máquina para firmar.
Ni siquiera las aves se salvaron de transformarse en utilería política. Trump reflexionó en voz alta sobre cambiar el nombre de los dos afortunados pavos.
"Iba a llamarlos Chuck y Nancy, pero me di cuenta de que nunca podría indultarlos", dijo, en alusión a las figuras del Partido Demócrata, el actual líder de los senadores demócratas, Chuck Schumer, y la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi.
C.Campos--ECdLR