Ken Follett: "No puede haber partes aburridas en mis libros"
Es uno de los escritores más vendidos del mundo, con casi 40 libros a sus espaldas, pero al británico Ken Follett todavía le preocupa que sus lectores se encuentren frente a una página "aburrida".
El galés de 76 años, que recientemente obtuvo la nacionalidad francesa, está terminando la gira promocional de su último libro, "El círculo de los días", de más de 700 páginas.
En un momento de la vida en el que la mayoría busca un ritmo más pausado, Follett asegura que sigue sintiendo las mismas emociones que cuando comenzó.
"Si hay una página que es un poco aburrida, y millones de personas van a pensar que es un poco aburrida, empezarán a perder interés", explica en una entrevista a AFP en París.
"No puede haber partes aburridas en mis libros", insiste el escritor, que se describe como "perfeccionista".
El autor de "Los pilares de la Tierra" ha desarrollado un proceso de escritura exigente que, aunque prolífico, siempre implica varias reescrituras, ediciones y revisiones.
Cada mañana, comienza releyendo lo que produjo el día anterior y hace cambios. Cuando termina un primer borrador, lo vuelve a escribir todo, haciendo más modificaciones.
"Cuando estás leyendo tu propio material es demasiado fácil estar satisfecho, pero cuando realmente lo vuelves a teclear, siempre veo formas en las que las frases pueden mejorarse", cuenta.
Una decena de amigos y familiares, en quienes confía para recibir comentarios, leen luego ese texto. También lo revisan historiadores que corrigen las inexactitudes.
¿Cuánto tiempo seguirá con este largo proceso de escritura y edición? Y sobre todo de promoción, una etapa que, según él, lo agota.
"Es demasiado interesante como para dejarlo. No miraré atrás para pensar 'podría haber hecho cruceros alrededor del mundo'... No puedo pensar en nada más aburrido", dice.
- La extrema derecha -
Follett ha vendido casi 200 millones de libros en todo el mundo desde que dejó el periodismo para convertirse en escritor, a finales de los años 1970. Entre sus obras más conocidas figuran "Un mundo sin fin" y "La isla de las tormentas".
Su mezcla de ficción histórica y misterio le ha valido estar a menudo en la lista de los libros superventas, reportándole ingresos colosales.
"Disfruto con esta vida, que llevo desde hace medio siglo", admite con una sonrisa, contemplando el bar del lujoso hotel George V donde se lleva a cabo la entrevista.
"El círculo de los días" describe la creación del famoso monumento megalítico de Stonehenge, un conjunto circular de piedras situado el sur de Inglaterra, cuyo origen sigue estando rodeado de misterio.
Como a lo largo de su vida tuvo que investigar tanto para sus obras, a menudo le preguntan cuál es, para él, la mejor y la peor época.
Su respuesta habitual es que nunca hubo mejor momento que ahora, pero confiesa que le empiezan a surgir dudas, con el auge del nacionalismo de extrema derecha en Europa y Estados Unidos.
"Todavía me estremezco ante la idea de vivir en la Edad Media y dormir en el suelo en una casa fría", explica. "Esta es la época más confortable para vivir, pero corre más peligro ahora que en cualquier momento de la mayor parte de mi vida", advierte.
- Nacionalidad francesa -
Follett fue durante años una figura influyente en la política británica de izquierda, una persona clave para el Partido Laborista del ex primer ministro Tony Blair a finales de los años 1990.
El brexit, la salida de Reino Unido de la UE en 2020, tuvo un gran impacto en el escritor.
Hace apenas unos días, recibió la nacionalidad francesa, un país en el que vivió en los años 1980.
"Soy galés y me encanta Gales, y no quiero renunciar a mi identidad como galés ni como británico, pero odio el Brexit y el tipo de actitudes que lo acompañan", como la idea de que los británicos "no tenemos ninguna necesidad de llevarnos bien con nuestros vecinos", explica el autor.
"Eso es lo que quiero dejar atrás, no el hecho de ser británico, sino abrazar algo que me ha gustado toda mi vida", añade.
De los franceses, dice amar que "comen bien y beben vino con frecuencia, pero rara vez en exceso, lo cual es una manera muy agradable de hacerlo".
C.Herrera--ECdLR