El Comercio De La República - Buscando los secretos del clima en la intimidad de un remoto glaciar

Lima -
Buscando los secretos del clima en la intimidad de un remoto glaciar
Buscando los secretos del clima en la intimidad de un remoto glaciar / Foto: Prakash MATHEMA - AFP

Buscando los secretos del clima en la intimidad de un remoto glaciar

Stanislav Kutuzov siente una emoción intensa cuando el cable perforador que ha soltado en las profundidades de este glaciar de la región de Pamir toca fondo, 105 metros abajo. Está a punto de extraer una de las muestras de hielo más antiguas del mundo, cargada de claves sobre el pasado y el futuro del clima.

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"Es el mejor sentimiento del mundo", exclama este glaciólogo ruso en las remotas montañas del este de Tayikistán, en la frontera con China, donde un fotógrafo de AFP lo siguió de manera exclusiva en septiembre, en el marco de una expedición de 15 científicos.

La misión, a 5.810 metros de altitud, fue histórica dado su cometido: extraer los testigos de hielo más profundos jamás encontrados en el macizo del Pamir, y poner a disposición de la ciencia lo que constituye un preciado archivo, por su antigüedad y por la información que encierra.

Estas capas de hielo compactado durante siglos o tal vez milenios pueden ofrecer información única sobre nevadas, temperaturas, la composición de la atmósfera y el polvo y los sedimentos de épocas pasadas.

El equipo espera que estos trozos de hielo sean la muestra más antigua jamás extraída de la llamada anomalía del Pamir-Karakoram. Esta zona intriga mucho a los especialistas del clima, ya que es la única región montañosa donde los glaciares parecen seguir resistiendo al calentamiento global.

- Una larga subida -

La expedición, financiada por el Instituto Polar Suizo y la fundación Ice Memory, pretendía inicialmente trabajar en el conocido glaciar de Fedchenko, pero tuvo que renunciar porque el acceso era demasiado difícil, y el lugar demasiado alto para ser sobrevolado en helicóptero.

El equipo, compuesto de científicos suizos, rusos, japoneses y tayikos, optó así por la capa de hielo de Kon Chukurbashi.

La subida se realizó por etapas, ascendiendo a pie por la tierra rocosa y luego entre la nieve, para finalmente alcanzar la cima del macizo, con una vista extraordinaria sobre esta zona de Asia Central. El equipo pasó siete días perforando hielo con temperaturas bajo cero, para extraer las muestras de sus profundidades.

Concretamente, el material extraído consiste en decenas de cilindros de hielo de unos 50 centímetros de longitud, cuidadosamente subidos a la superficie, numerados y empaquetados para luego ser bajados por los sherpas y guardados en camiones frigoríficos.

"Perforamos los primeros 50 metros en un día", cuenta Stanislav Kutuzov, paleoclimatólogo de la Ohio State University en Estados Unidos. "A partir de 70 u 80 metros, empezamos a tener problemas con la calidad" del hielo, cuenta a AFP.

- ¿Hasta 30.000 años de antigüedad? -

De pronto, el hielo resultó ser más frágil y difícil de manejar; más prometedor, también. El indicio de un período de cambio, cree el jefe de la expedición, Evan Miles, glaciólogo en las universidades suizas de Friburgo y Zúrich.

El equipo nunca había visto tantas partículas de polvo en el hielo, lo cual ralentizó las tareas de perforación.

Finalmente, en los "tres o cinco últimos metros, apareció con una tonalidad oscura, amarillenta, lo que apunta a condiciones muy diferentes", explica Kutuzov.

"Cuando subimos a la superficie la última muestra, era espectacular. Un hielo muy amarillo, repleto de sedimentos. Lo cual es una muy buena señal para nosotros", añade Evan Miles.

En Asia Central se encontraron previamente hielos muy antiguos. En Grigoriev, Kirguistán, se extrajo una muestra de 17.000 años por ejemplo.

"Nuestro hielo está mucho más frío y probablemente sea más antiguo que el de Grigoriev, y eso nos da esperanzas", confía el jefe de la expedición, de regreso en la capital tayika Dushanbe en octubre.

"Sólo el análisis de laboratorio lo confirmará, pero esperamos que la muestra resulte excepcional no sólo en la zona, sino en toda la región, con una antiguedad probable de 20.000, 25.000 ó 30.000 años", apunta Evan Miles.

- Análisis en Japón -

El hielo conserva las burbujas de aire de la época, por lo que es el único archivo climático capaz de ofrecer información sobre la composición atmosférica de hace miles de años, y la concentración de gases de efecto invernadero antes de que la humanidad se pusiera a quemar carbón, petróleo y gas en cantidades industriales.

Precisamente, gracias a kilómetros de muestras extraídas de Groenlandia y la Antártida sabemos que desde hace 800.000 años el clima nunca fue tan cálido como lo es hoy.

Entre los dos polos se han extraído muy pocas muestras de zonas habitadas, "donde queremos comprender cómo varía naturalmente el sistema climático", destaca Thomas Stocker, presidente de Ice Memory.

Lo que los investigadores descubrirán en los antiquísimos hielos de Kon Chukurbashi -información sobre las nevadas, vientos y polvo de antaño- ayudará a entender incluso los monzones de hoy día.

Y tal vez a anticipar sus evoluciones futuras, de las que dependen cientos de millones de personas en Asia, que padecen en la actualidad los efectos del desajuste climático.

Un primer testigo será examinado en algunas semanas por investigadores japoneses en la universidad de Hokkaido, donde el hielo caído hace siglos e incluso milenios en el macizo del Pamir será sometido a un análisis molecular.

Ice Memory está además financiando el almacenamiento de un segundo testigo de hielo en una cueva helada a -50 ºC en la estación antártica de Concordia, junto con otras muestras de los Andes, los Alpes, Groenlandia y otros puntos del planeta.

H.Hurtado--ECdLR