

Chiclayo celebra a su papa peruano en medio del fervor popular
"El Papa es chiclayano. ¡Viva el papa!". Decenas de fieles corean emocionados frente a la catedral de Chiclayo, en el norte de Perú, donde León XIV ejerció como obispo durante ocho años.
Entre cantos, oraciones y aplausos, el jueves por la noche todos expresaban su "emoción" y "orgullo" por haberse codeado con monseñor Robert Francis Prevost, ahora León XIV, el primer papa estadounidense que pasó más de 20 años en Perú, país del que también es ciudadano.
"Todos los chiclayanos, todos los peruanos, todos los católicos estamos muy emocionados, pero más aún los chiclayanos de haber tenido a Monseñor Robert, que ahora es papa, y haberlo tenido tan cerca", expresó Lula Botey, gerente de una agencia inmobiliaria.
Durante su primer discurso en el Vaticano, en italiano, el nuevo pontífice de 69 años saludó brevemente en español a su "querida diócesis de Chiclayo", donde fue obispo entre 2015 y 2023, rindiendo homenaje a su "pueblo fiel".
"Fue realmente conmovedor, no hemos dejado de llorar", dice la mujer de 45 años, que recuerda sus "maravillosas homilías", durante las cuales "invocaba mucho a la caridad" y "exhortaba a los políticos a pensar en el bien común".
En esta ciudad de 600.000 habitantes situada a unos 15 kilómetros de la costa norte de Perú, en la fértil región de Lambayeque, muchos recuerdan a un hombre "bueno", "humilde" y "cercano a la gente".
"Era una persona muy buena, muy humilde, que te saludaba por la calle", dice Luis Cherco, de 57 años, convencido de que "ahora las manos de Dios están en Chiclayo".
"Visitaba a los más pobres y apoyaba a los jóvenes", cuenta, recordando a un hombre que no dudaba en desafiar con sus botas los aguaceros repentinos que caían en la región.
- "Semblante angelical" -
El padre Juan Mecán Sánchez, vicario de la parroquia de la catedral de Santa María, frente a la plaza de Armas, en pleno centro de la ciudad, inicia de pronto una oración desde la escalinata del edificio, cuyo estilo es heredero del clasicismo colonial.
A su alrededor, los fieles entonan el Padre Nuestro antes de terminar con un aplauso cerrado.
Delante del vicario, un cartel presentaba al nuevo pontífice, acompañado de la inscripción: "¡El Papa tiene corazón chiclayano!". La gente se agolpó para posar delante de la pancarta.
"Era un hombre admirable, que daba la impresión de que no se cansaba con tal de servir al pueblo de Dios, a sus sacerdotes y a todos los que le necesitaban en el momento más difícil", dijo el sacerdote a los numerosos periodistas presentes.
A pesar de su "semblante angelical", Jesús León Ángeles, coordinador de un grupo católico, subrayó que Prevost defendía con firmeza sus opiniones. "Si tenía que referirse a una situación en Perú, ya fuera de corrupción, de una matanza, o de muertes, él sentaba su posición en plena misa", recuerda.
El nuevo papa también colocará a Chiclayo en el mapa mundial, más allá de su reputación como destino gastronómico.
León XIV "va a hacer que Chiclayo esté en el ojo del mundo", se alegra Víctor Becerra, un empresario de 23 años, mientras que a Bernardo Víctor Heredia David, un ex profesor de teatro de 81 años, aún le cuesta creer en el nombramiento de su antiguo obispo como papa.
"¡Ha sido una sorpresa!", dice incrédulo, expresando "la gran satisfacción" de haber podido conversar personalmente con él tras la muerte de su esposa, en 2022. Era un hombre "muy humilde, muy sencillo", con una "familiaridad" que hacía "sentir bien".
A pocos pasos de la catedral, el restaurante Las Américas luce orgulloso un cartel en el que se lee: "El papa comió aquí". Rodrigo Couto Vásquez, gerente del local, señala con entusiasmo el gusto del sucesor del difunto papa argentino Francisco por la buena mesa, y en particular por el chicharrón (pollo frito) con salsa Las Américas.
C.Cabrera--ECdLR