

El primer ministro francés escapa por poco a la censura
El primer ministro francés, Sébastien Lecornu, logró evitar este jueves la censura de su gobierno, pero la amenaza seguirá planeando en el Parlamento durante el examen de los presupuestos de 2026, que prevén recortes sociales para sanear las arcas públicas.
El tercer primer ministro en un año propuso el martes suspender la impopular reforma de las pensiones de 2023 --una de las grandes leyes del presidente, Emmanuel Macron--, a cambio de que la oposición socialista no apoyara las mociones de censura presentadas por la izquierda radical y la ultraderecha.
Aunque lo logró, se quedó a 18 votos de caer. Esta frágil victoria anuncia tensos debates durante el trámite de los presupuestos, máxime cuando Lecornu renunció a aprobarlos sin el voto del Parlamento, como le permite la ley y el oficialismo hizo desde 2022.
Ese año, Macron perdió su mayoría absoluta y, en 2024, agravó aún más la situación al convocar unas legislativas anticipadas que dejaron una Asamblea Nacional (cámara baja) sin mayorías y dividida en tres bloques: izquierda, centroderecha y ultraderecha.
"Si no se respeta al Parlamento, si el gobierno no cumple sus promesas, especialmente respecto a la suspensión de la reforma de las pensiones, censuraríamos rápidamente", advirtió este jueves el líder socialista, Olivier Faure.
La advertencia no es baladí. Lecornu vinculó la suspensión hasta 2028 de la reforma a la adopción de los presupuestos para 2026, al proponer que se incluya como una enmienda en este proyecto de ley que propone congelar las pensiones y las ayudas sociales.
Esas cuentas prevén un esfuerzo fiscal de 30.000 millones de euros (34.970 millones de dólares). En gran parte obedece a una reducción del gasto para contener una deuda pública que ronda los 3,4 billones de euros (115,6% del PIB), la tercera más alta en la UE tras Grecia e Italia.
- Dilema socialista -
Esta vinculación plantea un dilema a los socialistas: aprobar unos presupuestos con recortes sociales a cambio de suspender la reforma de las pensiones, o tumbarlos y arriesgarse a perder esta "primera victoria", como celebraron los sindicatos. Siete de sus 69 diputados votaron a favor de la censura.
Bajo presión de sus aliados de izquierda radical y ecologistas, que sí votaron la censura del gobierno, Faure abogó por luchar en el Parlamento para introducir cambios en unos presupuestos "muy injustos" en pos de una mayor justicia fiscal, como reclama una mayoría de franceses.
Pero ¿lo logrará? La división de la Asamblea vuelve incierto el resultado de los debates. Además, el partido conservador Los Republicanos (LR), que gobernó con la alianza de Macron hasta la semana pasada y controla el Senado (cámara alta), está en contra de suspender la reforma de las pensiones.
Este nuevo episodio de la profunda crisis política que vive Francia desde 2024 y que ya tumbó a dos primeros ministros llega además en plena precampaña de las elecciones municipales de marzo, en la que los socialistas se juegan mantener su poder local y grandes ciudades como París.
Macron ya advirtió que si el Parlamento censura a Lecornu, convocará nuevas elecciones legislativas. El partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, que lidera los sondeos de la primera vuelta, reclama este adelanto electoral.
"Llegó obviamente el momento de la verdad. ¿Deseamos el orden republicano con debates en la Asamblea Nacional o el desorden?", dijo Lecornu a los diputados, a quienes llamó a no censurar su gobierno y permitir el trámite de los presupuestos.
El debate comenzará la próxima semana y el gobierno espera que se aprueben antes de finales de año.
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P.Palacios--ECdLR