¿Hasta dónde llegará Trump en Venezuela?
El presidente Donald Trump desplegó hace meses miles de soldados estadounidenses en el Caribe y advirtió sobre posibles ataques en territorio venezolano. El miércoles, anunció la incautación de un petrolero sancionado que era utilizado por Caracas y Teherán.
¿Hasta dónde podría llegar Trump y cuál sería el resultado?
- ¿Cuál es la motivación? -
El presidente venezolano Nicolás Maduro, enfrentado a Estados Unidos, resistió con éxito durante el primer mandato de Trump un intento de derrocarlo mediante sanciones y presión diplomática.
Días antes de que Trump regresara a la Casa Blanca, el izquierdista fue investido para un tercer mandato de seis años, a pesar de que observadores internacionales señalaron grandes irregularidades en las elecciones de julio de 2024.
Trump ha criticado la promoción de la democracia como objetivo y ha adoptado un enfoque diplomático basado en transacciones, que también adoptó inicialmente con Maduro.
Pero el secretario de Estado, Marco Rubio, en su afán por derrocar al gobierno comunista en la Cuba de sus orígenes —que se beneficia del petróleo venezolano—, rápidamente condujo a un cambio hacia una política más agresiva, que incluye amenazas poco sutiles de derrocar a Maduro.
"Tiene los días contados", dijo Trump sobre Maduro en una entrevista reciente con Politico.
- ¿Una campaña militar ligera? -
Muchos observadores creen que Trump se ha visto políticamente forzado a tomar algún tipo de medida, ya que han pasado semanas desde que amenazó con atacar Venezuela.
Según Phil Gunson, experto en Venezuela del International Crisis Group, la administración Trump tiene dos opciones.
Podría decir: "Quedaremos en ridículo y perderemos mucha credibilidad si simplemente ordenamos a la flota que se vaya", dijo Gunson. O Trump también podría ordenar una campaña militar ligera y declarar la misión cumplida.
En ese escenario, Estados Unidos podría atacar la producción ilegal de drogas —oficialmente su principal queja con respecto de Venezuela, aunque el país tiene pocos laboratorios de drogas— o campamentos guerrilleros remotos, cuyos combatientes probablemente ya se hayan dispersado, señaló Gunson.
- ¿Una opción más agresiva? -
Pocos creen que Trump tenga el deseo de llevar a cabo una invasión militar a gran escala de Venezuela, un país de 31 millones de habitantes y un tamaño similar al de Texas.
Tomar el control del país, cuya economía lleva años desmoronándose, sería una tarea titánica que contaría con poco apoyo entre la población estadounidense.
Sin embargo, entre las estrategias de mayor riesgo se podría incluir un ataque directo contra instalaciones gubernamentales o militares. El ejército venezolano podría intentar derribar misiles o aviones, pero se vería ampliamente superado.
"Maduro no quiere una escalada porque sabe que si los provoca para que actúen a gran escala, su ejército no duraría más de un día o dos", afirmó Gunson.
Will Freeman, investigador sobre América Latina en el Consejo de Relaciones Exteriores, dijo que es más probable que Trump quiera que Maduro piense que Estados Unidos está dispuesto a tomar medidas drásticas, incluido su asesinato.
El hecho de que Trump haya dicho públicamente que Estados Unidos está tomando acciones encubiertas dentro de Venezuela es "la señal más clara de que se trata de una operación psicológica, y el objetivo es generar ansiedad y miedo", afirmó Freeman.
- ¿Podría caer Maduro? -
Maduro se encuentra en una posición más débil que durante el primer mandato de Trump, pero aún cuenta con el apoyo de las fuerzas armadas.
"Puede que cuente con el apoyo de entre el 20 y el 30% del electorado, una cantidad nada despreciable, pero claramente no es suficiente para gobernar el país, especialmente cuando se acaba de robar unas elecciones", dijo Gunson.
"Su permanencia en el poder depende completamente de mantener la lealtad de las fuerzas armadas", agregó.
Según Freeman, incluso si Estados Unidos ataca, "Maduro se mantendrá".
Trump podría, en cambio, sellar un acuerdo para proclamar su éxito, por ejemplo en materia de drogas o migración, añadió Freeman.
Los vecinos más grandes de Venezuela, Colombia y Brasil, tienen líderes de izquierda críticos con el intervencionismo de Trump. Pero Trump también ha encontrado apoyo, desde la pequeña Trinidad y Tobago hasta países de derecha de la región, como Argentina y Perú.
"Si Estados Unidos lograra derrocar a Maduro, habría muchos comunicados indignados sobre el uso de la fuerza en América, pero entre bastidores mucha gente daría un suspiro de alivio si realmente funcionara", dijo Gunson.
"Mi duda, por supuesto, es si realmente funcionaría", concluyó.
P.Peña--ECdLR