Tailandia bombardea una ciudad fronteriza de Camboya famosa por sus casinos
El conflicto fronterizo entre Tailandia y Camboya se extendió este jueves, cuando el ejército de Bangkok bombardeó la ciudad de Poipet, justo cuando un mediador chino prevé visitar la zona.
Los últimos choques entre estos dos reinos del sudeste asiático entraron en su duodécimo día y han causado al menos 39 muertos y 800.000 desplazados a ambos lados.
Tienen su origen en una vieja disputa sobre la demarcación de su frontera de 800 km establecida en la época colonial.
Según el Ministerio del Interior camboyano, los aviones de combate tailandeses lanzaron tres bombas en una zona de la ciudad de Poipet, famosa por sus casinos, muy populares entre los jugadores tailandeses.
El ataque dañó un almacén y otro edificio e hirió levemente a dos civiles, precisó la fuente en un comunicado.
Por su parte, el ejército de Tailandia indicó que atacó un edificio que, según sus servicios de inteligencia, "se utiliza para almacenar cohetes".
Un total de cuatro casinos han resultado dañados por los ataques tailandeses desde que se reanudaron las hostilidades el 7 de diciembre, informó a principios de semana el Ministerio del Interior camboyano.
Ante el riesgo de que el conflicto se enquiste, se intensifican los esfuerzos diplomáticos tras el fracaso de la intervención del presidente estadounidense, Donald Trump.
Un enviado especial del Ministerio de Relaciones Exteriores de China debía viajar al lugar para mediar entre los dirigentes tailandeses y camboyanos.
El canciller chino Wang Yi habló por teléfono, por separado, con sus pares tailandés y camboyano y exigió un "alto al fuego lo antes posible", según un comunicado de su ministerio.
"La intensidad de esta tanda de enfrentamientos ha excedido la de incidentes previos", señaló.
China ya había intervenido en julio durante un episodio anterior de enfrentamientos en la frontera, junto con Estados Unidos bajo el liderazgo de Donald Trump.
El mandatario estadounidense anunció el viernes que los líderes tailandés y camboyano habían aceptado una tregua tras una llamada telefónica, pero Bangkok lo desmintió y los combates continuaron.
Por su parte, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Tusk, reclamó en un comunicado este jueves un alto al fuego inmediato.
"Garantizar la seguridad de los civiles y permitirles que regresen a sus casas de forma segura es vital", señaló Tusk.
El primer ministro malasio, Anwar Ibrahim, cuyo país ocupa la presidencia rotatoria de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), también pidió el miércoles por la noche un "alto el fuego inmediato".
Ambos países consideraron que aún era "demasiado pronto para una reunión" de sus dirigentes, informó Ibrahim, quien se mostró "cautelosamente optimista" sobre las posibilidades de éxito de las negociaciones.
F.M.Meza--ECdLR